El sistema de trazabilidad, no solo debe permitir demostrar el cumplimiento de las normas de producción orgánica. La trazabilidad debe ser entendida como una herramienta de eficiencia aperativa y de marketing, que se refleja en una reducción de costos de la empresa, mejora de la imagen y credibilidad comercial de la empresa.
Como herramienta de eficiencia operativa, permite mejorar y agilizar procesos asociados al envío y recepcion de productos, llevar un control por cada lote de producción, mejorar la gestión de stock y productos almacenados, y permite tomar acciones inmediatas en caso de presentarse un riesgo que atente contra la salud de los consumidores.
Como herramienta de marketing, la trazabilidad permite implementar etiquetas con el origen y las especificaciones del producto, transformándose, de esta manera, en una herramienta de diferenciación y posicionamiento para las marcas.
Es importante entender que las exigencias del consumidor y las regulaciones internacionales, imponen nuevos requerimientos para el packing de los productos. Y es que, en la producción moderna, no se concibe un producto sin sus datos de trazabilidad.
El consumidor, cada vez más, demanda información sobre el origen del producto y las empresas deben tener la capacidad de responder de forma rápida a las inquietudes del consumidor, y analizar cuánto habla un producto de su origen, y si tiene algo que pueda ser interesante de contar, a fin de motivar al consumidor final a viajar, aunque sea de la manera virtual, por el origen de los productos orgánicos.