Los efectos económicos de la pandemia se sienten cada vez con mayor fuerza en la región. La caída del precio de las materias primas afecta a diversos países vecinos, donde la respuesta fiscal no ha sido la mejor.
En cuanto al Perú, la mundialmente reconocida firma de calificación de riesgo estadounidense S&P Global Ratings señaló vía la agencia Europa Press que, pese al impacto negativo producto del coronavirus, los sólidos fundamentos macroeconómicos del país deberán mitigar el impacto de la crisis e incluso fomentar el apoyo de sus acreedores.
En términos metafóricos, el barco peruano posee un casco resistente y una buena arboladura contra la tempestad. Incluso, en cubierta, hay espacio para otros marineros experimentados (y solventes).
El presidente del Perú Martín Vizcarra ya había adelantado algo de la situación cuando declaró en marzo último: “Tenemos que meter la mano al bolsillo del tesoro público para atender las necesidades de las familias vulnerables”. El mandatario aseguró que la prioridad del gobierno en esta crisis es velar por la salud de los peruanos y la economía del país.
Por su parte, la ministra de economía María Antonieta Alva agregó que, tras décadas de disciplina fiscal, el Perú ha acumulado ahorros y cuenta con un buen nivel de endeudamiento en los mercados de capitales; además, posee líneas contingentes de créditos listos con multilaterales.
Para preservar vidas, no se descarta el endeudamiento, es la traducción literal de lo anterior. Y, afortunadamente, en capacidad de endeudamiento, el Perú tiene nota aprobatoria. S&P Global Ratings confirmó en ese sentido una nota crediticia a largo plazo de ‘BBB+’ para Perú, además de una perspectiva ‘estable’.
El cielo empieza a despejarse en el horizonte.
Urge una cura
Más allá de la disponibilidad de divisas y de la capacidad de endeudamiento de ciertos países como Perú, existe un factor clave que podría acelerar aún más la recuperación: el hallazgo de una cura para el COVID-19. En recientes declaraciones, la experta en economía Nora Lustig reafirmó esta posición: “Si, por ejemplo, se descubre pronto un medicamento que sea profiláctico para tratar la enfermedad y que se pueda implementar rápidamente, entonces será posible relajar mucho más rápido las medidas de confinamiento, lo que acelerará la recuperación [económica]”, explicó en declaraciones a la BBC.
La llegada del antídoto no solo revertirá la enfermedad, sino también el golpe financiero.
Un futuro promisorio
Los cálculos que S&P Global Ratings ha difundido con respecto al Perú permiten augurar una perspectiva alentadora de cara al Bicentenario de la Independencia. Si bien la compañía pronosticó una contracción del PBI del 3,1% en 2020, también prevé crecimientos del 5,5% para 2021; 3,8% para 2022 y 3,7% para el 2023. De darse este crecimiento, señaló la firma estadounidense, las notas crediticias del Perú serán aun mejores.
“Las medidas adoptadas por las autoridades peruanas deberían ayudar a estabilizar la economía y dirigirla a los costes sociales y de salud asociados con el COVID-19. En nuestra opinión, el país tiene el suficiente espacio fiscal para manejar la pandemia, a pesar de que prevemos que la economía global caiga", acotó la compañía en una nota difundida por Publimetro México.
Fuentes: Publimetro/ El Economista/ BBC