Capital arqueológica de América y del imperio inca. Cusco deslumbra por su belleza mestiza de dos mundos: el occidental y el andino.
Sus edificaciones a base de sillar la hacen conocida como la Ciudad Blanca. Arequipa posee una gastronomía exquisita, caracterizada por las tradicionales picanterías.
Es la civilización más antigua de América. Consta de seis pirámides, plazas circulares y residencias de la clase dominante.
Los incas lograron dominar la accidentada geografía de los Andes con el Qhapaq Ñan. Caminos empedrados que unieron el Tahuantinsuyo y parte de Sudamérica.
Esta maravilla arquitectónica de los incas fue declarada “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO y luego elegida una de las “7 Maravillas del Mundo Moderno”.
Sus estructuras más imponentes son el Templo nuevo, la Pirámide Tello, el Lanzón monolítico, las cabezas clavas. Fue inscrito en la lista del Patrimonio Mundial en 1985.
Su territorio comprende una variedad de ecosistemas, desde punas hasta bosques de neblina. Es un excelente lugar para la observación de flora y fauna.
Lima conserva sitios arqueológicos, iglesias coloniales y casonas con balcones en perfecta condiciones. Por eso, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Situado en la selva norte del Perú. Sus inmensos bosques de neblina y páramo son el hábitat de varias especies endémicas como el mono lanudo de cola amarilla.
Fueron descubiertas en 1927 y, sin lugar a dudas, los paseos en avioneta permiten observar los detalles de las gigantescas figuras en toda su dimensión: colibrí, perro, mono, cóndor, araña.
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